jueves, 29 de octubre de 2009

Profundo Steve Jobs

Comparto con vosotros el discurso de Steve Jobs (CEO de Apple y Pixar animation) en la ceremonia de graduación de la universidad de Stanford en junio de 2005.

Steve cuenta tres historias de su vida y al final da unos consejos.
Enlace al texto completo del discurso
Discurso en PDF

No importa tu religión

Comparto con vosotros el texto publicado por Marian Benedit en vidapositiva.com

Breve diálogo entre el teólogo brasileño Leonardo Boff y Dalai Lama

En el intervalo de una mesa redonda sobre religión y paz entre los pueblos, en la cual participaba el Dalai Lama y un servidor, maliciosamente, mas también con interés teológico, le pregunté en mi inglés defectuoso: ' Santidad, cuál es la mejor religión?' -Lo que me desconcertó un poco porque yo sabía la malicia contenida en la pregunta

Y afirmó:

La mejor religión es la que te aproxima más a Dios, al Infinito'. Es aquella que te hace mejor.

Esperaba que dijera: El budismo tibetano' o las religiones orientales, mucho más antiguas que el cristianismo....

El Dalai Lama hizo una pequeña pausa, sonrió, me miró fijamente a los ojos Para salir de la perplejidad delante de tan sabia respuesta, pregunté:

' ¿Qué es lo que me hace mejor?'


El respondió: -'Aquello que te hace más compasivo, más sensible, más desapegado, más amoroso, más humanitario, más responsable, más ético.... La religión que consiga hacer eso de ti es la mejor religión.

' Callé, maravillado, y hasta los días de hoy estoy rumiando su respuesta sabia e irrefutable.

No me interesa amigo tu religión o si tienes o no tienes religión.

Lo que realmente me importa es tu conducta delante de tu semejante, de tu familia, de tu trabajo, de tu comunidad, delante del mundo.

Recordemos: El Universo es el eco de nuestras acciones y nuestros pensamientos. La Ley de Acción y Reacción no es exclusiva de la Física. Es también de las relaciones humanas. Si yo actúo con el bien, recibiré el bien. Si actúo con el mal, recibiré el mal. Aquello que nuestros abuelos nos dijeron es la más pura verdad: '

Tendrás siempre el doble de aquello que desees a los otros. Ser feliz no es cuestión de destino. Es cuestión de elección.

Cuida tus Pensamientos porque se volverán Palabras.

Cuida tus Palabras porque se volverán Actos.

Cuida tus Actos porque se harán Costumbre.

Cuida tus Costumbres porque forjarán tu Carácter.

Cuida tu Carácter porque formará tu Destino.

Y tu Destino será tu Vida.

No hay religión más elevada que la Verdad...

Muere lentamente

Comparto con vosotros un poema de la periodista brasileña Martha Medeiros.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.

sábado, 24 de octubre de 2009

Sé capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiara contigo

Comparto con vosotros el texto publicado por Marian Benedit en vidapositiva.com

La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar. Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o desgraciado, no mis circunstancias. Sé capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiara contigo. Recuerda que lo único que puedes controlar en el mundo, son tus pensamientos y sentimientos.

EL CUERPO: Mis sentimientos son influenciados por mi postura. Una postura adecuada genera una disposición feliz. Mira hacia arriba y sólo podrás reir, pues no conozco a nadie que haya podido llorar en esa postura.

EL MOMENTO: La Felicidad no está en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días. Sólo se puede encontrar en los momentos. 'Hoy es el mañana de ayer”.... Además la vida siempre tiene derecho a sorprendernos, así que aprende a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro. Disfruta de cada momento como si en él se combinaran tu pasado, tu presente y tu futuro.

NUESTRA PROPIA IMAGEN: Debo aprender a amarme a mi mismo como soy. Creer en ti mismo da resultados. Cuando más te conozcas, mayor será tu ventaja con respecto a los demás. 'El camino más difícil es el camino al interior”.... pero, al menos una vez en la vida, debemos recorrerlo.

LAS METAS: ¿Sabes cúal es la diferencia entre un sueño y una meta? Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad. Un sueño es sólo un sueño, algo que esta fuera de la realidad.... Así que atrévete a soñar, pero atrévete también a lograr que esos sueños se hagan realidad.

HUMOR: La sonrisa es muy importante para mejorar la autoestima. Dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero da más luz..... . Además, con cada sonrisa siembras una esperanza.

EL PERDON: Mientras tengas resentimientos y odios, será imposible que seas feliz. Lo maravilloso del perdón no es que libera al otro de su eventual culpa, sino que además te libera a ti de un sufrimiento.

DAR: Uno de los verdaderos secretos para ser feliz es aprender a dar, sin esperar nada a cambio. Las leyes del amor te devolverán con creces lo que des. Si das indiferencia, recibirás indiferencia, pero si das amor recibirás invariablemente amor. Solo el que aprende a dar está en camino de descubrir la verdadera felicidad.

LAS RELACIONES: La sinergia es unir fuerzas y caminar juntos para conseguir cosas. Siempre que dos o más personas se unen en un espíritu de colaboración y respeto, la sinergia se manifiesta en forma natural Entiende a las personas que te rodean, quiere a tus amigos como son, sin intentar cambiarlos, porque cuando te sientas mal, el verdadero amigo estará allí para apoyarte y brindarte todo su amor. ¡¡Así que cultiva tus amistades, ellas son gratis!!.... . La amistad, al igual que la mayoría de los sentimientos, debe fluir de manera natural; por ello la verdadera amistad no puede basarse en condiciones.

FÉ: La Fé crea confianza, nos da paz mental. Y libera al alma de sus dudas, las preocupaciones, la ansiedad y el miedo. Convicción es la verdadera fe, tanto en lo divino como en lo humano. Dicen que el hombre llega a ser sabio cuando aprende a reirse de sí mismo. Que la felicidad, serenidad y alegría, sean una constante en tu vida.

El combustible espiritual

En Junio de 2008 el periodista, locutor y escritor argentino Ari Paluch presentó en la feria del libro su obra "El combustible espiritual" publicado por la editorial Planeta y fue todo un éxito de ventas.

Ari nos revela las claves para lograr la felicidad:

sábado, 17 de octubre de 2009

Los verdaderos amigos siempre están ahí

Comparto con vosotros el texto publicado por Pedro Pisani en vidapositiva.com

Hace muchísimos años, un joven recién casado estaba sentado en un sofá en un día caluroso y húmedo, bebiendo jugo helado durante una visita a su padre.

Mientras conversaba sobre la vida, el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de las personas adultas; el padre revolvía pensativamente los cubos de hielo de su vaso y lanzó una mirada clara y sobria hacia su hijo.

- 'Nunca olvides a tus amigos', ¡aconsejó!, 'Serán más importantes en la medida en que envejezcas'.

'Independientemente de cuanto ames a tu familia y los hijos que por ventura vayas a tener, tu siempre necesitarás de amigos. Recuerda ocasionalmente salir con ellos, realiza actividades con ellos, telefonéalos...'

'¡Que extraño consejo!' pensó el joven. 'Acabo de ingresar al mundo de los casados, soy adulto y con seguridad mi esposa y la familia que iniciaremos ¡serán todo lo que necesito para dar sentido a mi vida!'

Con todo, él obedeció a su papá; mantuvo contacto con sus amigos y anualmente aumentaba el número de ellos. Con el pasar de los años, él fue comprendiendo que su padre sabía de lo que hablaba.

En la medida en que el tiempo y la naturaleza realizan sus designios y misterios en un hombre, los amigos resultaron baluartes de su vida.

Pasados los 50 años de vida, he aquí lo que aprendió:

El tiempo pasa.

La vida continúa.

La distancia separa.

Los niños crecen.

Los empleos van y vienen.

El amor se debilita.

Las personas no hacen lo que deberían hacer...

El corazón se rompe.

Los padres mueren.

Los colegas olvidan los favores.

Las carreras terminan.

Mas, los verdaderos amigos siempre están ahí, no importa a cuánto tiempo o a cuantos kilómetros se encuentren.

Un amigo nunca está más distante que el alcance de una necesidad, haciendo barra por ti, interviniendo a tu favor, esperándote de brazos abiertos o bendiciendo tu vida.

Cuando iniciamos esta aventura llamada VIDA, no sabíamos de las increíbles alegrías o tristezas que estaban delante. No sabíamos de cuanto necesitaríamos unos de otros.

miércoles, 14 de octubre de 2009

El valor de tu silencio y,..de tus palabras

Comparto con vosotros el texto publicado por Pedro Pisani en vidapositiva.com

HABLAR

Oportunamente, es acierto. Frente al enemigo, es civismo. Ante una injusticia, es valentía. Para rectificar, es un deber.

Para defender, es compasión. Ante un dolor, es consolar. Para ayudar a otros, es caridad. Con sinceridad, es rectitud.

De sí mismo, es vanidad. Restituyendo fama, es honradez. Aclarando chismes, es estupidez. Disipando falsedades, es de conciencia.

De defectos, es lastimar. Debiendo callar, es necedad. Por hablar, es tontería. De Dios, significa mucho amor.

CALLAR


Cuando acusan, es heroísmo. Cuando insultan, es amor. Las propias penas, es sacrificio. De sí mismo, es humildad.

Miserias humanas, es caridad. A tiempo, es prudencia. En el dolor, es penitencia. Palabras inútiles, es virtud.

Cuando hieren, es santidad. Para defender, es nobleza. Defectos ajenos, es benevolencia. Debiendo hablar, es cobardía.

Para poder HABLAR, debemos aprender a CALLAR, pero siempre con acierto y tino, porque si HABLAR es plata, CALLAR es oro.

CUANDO CALLAS


También hablas de ti mismo. Un secreto, conozco tu fidelidad de amigo. Tu propio dolor, conozco tu fortaleza.

Ante el dolor ajeno, conozco tu impotencia y tu respeto. Ante la injusticia, conozco tu miedo y tu complicidad. Ante lo imposible, conozco tu madurez y dominio.

Ante la estupidez ajena, conozco tu sabiduría. Ante los fuertes y poderosos, conozco tu temor y cobardía. Ante lo que ignoras, conozco tu prudencia. Tus propios méritos, conozco tu humildad y grandeza.

El Silencio es el tiempo donde el sabio medita, la cárcel de la que huye el necio, y el refugio donde se esconden los cobardes. Siembra para ser tú mismo.

Lo que tú haces, habla tan fuerte que no deja escuchar lo que tú dices. Pregona con el ejemplo.

Recuerda que tu vida personal, no es una vida privada. Son muchos los ojos que te miran. 'Que tus palabras sean más valiosas que el silencio que rompen'.

lunes, 5 de octubre de 2009

Yo quiero renacer en cada día

Comparto con vosotros el texto publicado por Adriana Morri en vidapositiva.com

Yo quiero ser una mujer consciente del privilegio de la vida.

Yo quiero ser feliz siendo yo misma, conforme a mi vocación y a mis sueños.

Yo quiero tener el coraje de ser libre para elegir mis caminos, vencer mis temores y asumir las consecuencias de mis actos.

Yo quiero tener alegría para reír, para construir mi camino a la felicidad, para sentir la energía de vivir intensamente.

Yo quiero tener éxitos, pero también fracasos que me recuerden mi condición humana.

Yo quiero sentir, ser completa,amarme,reconocer que soy única, irrepetible e irremplazable, que valgo porque han depositado en mí una chispa divina y soy polvo de estrellas.

Yo quiero cobrar conciencia de que nadie puede lastimarme a menos que yo lo permita.

Yo quiero ser luz para mi pareja, mi familia y mis hijos, porque así les ayudaré a crecer sin miedos y con responsabilidad.

Yo quiero dejar de ser víctima para recobrar la capacidad de autogobernarme.

Yo quiero querer el presente, elegir el futuro y trabajar para conseguirlo, incansablemente.

Yo quiero recordar el pasado, pero no vivir en el ayer, quiero soñar en el futuro, sin despreciar el presente, sabiendo que lo único seguro es el hoy, el aquí y el ahora.

Yo quiero perdonarme mis errores, mis culpas, mis caídas y viajar más ligera de equipaje.

Yo quiero renacer cada día, decir sí a la aventura de la vida y del amor.

Yo quiero trascender por mis silencios, por mis palabras, por mi hacer y mi sentir.

Yo quiero ser una vividora de la vida, ser capaz de disfrutar la belleza y descubrirla o construirla donde está escondida, disfrutar la risa, pero también el llanto.

Yo quiero dejar de sobrevivir y atreverme a supervivir.

Yo quiero construir mil estrellas en el infinito y tener el valor de ir a alcanzarlas.

Yo quiero ser mujer completa, no sustituto, menos objeto, saber querer, saber decir sí, pero también no.

Yo quiero repetirme a diario: ¡Que suerte he tenido de nacer!¡Que suerte tengo de estar aquí! ¡Que suerte de ser mujer !

Un día es una vida entera en miniatura

Comparto con vosotros el texto publicado por Marian Benedit en vidapositiva.com

Tengo un día de vida y nada más. Con él puedo hacer maravillas o destruirlo.
 
La verdadera ciencia de la vida consiste en aprovechar al máximo el día presente, el día de hoy, olvidando el pasado y dejando en paz el futuro.

Hay personas que cargan sobre sus débiles hombros tres sacos a la vez: un saco pequeño, fácil de llevar: es el saco de penas, trabajos y alegrías de un solo día, el día de hoy.

Un segundo saco pesado, abrumador: el del pasado: son esas gentes que vuelven y vuelven a recordar las penas pasadas, los fracasos que tuvieron, las heridas que sufrieron. Se empeñan en rascar las heridas, y así, siempre están sangrando y nunca se curan. 

Y todavía se empeñan en llevar un tercer saco muy pesado: el del futuro. Son los que miran al mañana con miedo, esperando siempre lo peor.

Llevar hoy la carga de mañana, unida a la de ayer, hace vacilar y tambalearse al más fuerte; pero nadie nos manda vivir así. Nadie nos manda llevar al mismo tiempo los tres sacos.

Cada noche podríamos decir que nos morimos por una horas cuando dormimos, para resucitar nuevamente al despertar por la mañana. ¿Por qué no vivir un solo día por vez?

El pasado ya pasó, no volverá; déjalo en paz.

Si puedo sacar de mi pasado alguna buena lección, está bien, la saco; pero, si no, lo dejo, lo olvido. Nada gano recordando mis problemas y amarguras de ayer.

El futuro, por otra parte, aún no llega, no se si llegará, ¿por qué me preocupo? Lo único que tengo, lo único de lo que soy dueño es de este día de hoy; por tanto lo voy a vivir y disfrutar como si fuera el único día que voy a tener. Un día es una vida entera en miniatura.

Tenía razón aquel poeta cuando decía: 'Mira a este día, porque es la vida, la mismísima vida de la vida. En su breve curso están todas las verdades y realidades de tu existencia: la bendición del desarrollo, la gloria de la acción, el esplendor de las realizaciones.

Porque el ayer es sólo un sueño y el mañana sólo una visión. Pero el hoy bien vivido hace de todo ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una visión de esperanza; mira, pues, bien a este día.'

Ante una ardua tarea solemos pensar en toda la vida.
¿Por qué no conformarnos con llevar nuestra carga de un día?
 
Todo el mundo puede soportar su carga, por pesada que sea, hasta la noche; todo el mundo puede realizar su trabajo, por duro que sea, durante un día.
 
Todos pueden vivir pacientemente, de modo amable y sano hasta que el sol se ponga, y esto es realmente lo que la vida significa.

Tengo un día de vida y nada más.
 
Con él puedo hacer maravillas o destruirlo. Lo que no puedo es vivir una semana, un mes, un año a la vez. Se vive hoy.